Modas y sociedad

Entrada dedicada, entre otros (pero especialmente) a grimaGrimon.

 

moda.

(Del fr. mode).

1. f. Uso, modo o costumbre que está en boga durante algún tiempo, o en determinado país, con especialidad en los trajes, telas y adornos, principalmente los recién introducidos.

 

 

Espero que nadie sea tan imbécil como para desconocer la acepción de boga que interesa.

Bien, ¿cómo funcionan las modas? Todo se reduce al miedo: el miedo vende. El miedo es un sentimiento muy básico y primario. Es la mejor herramienta a la hora de vender algo: miedo a envejecer, miedo a parecer menos ostentoso de lo que se quiere pretender… En cierto modo, es algo correcto. Negar algo inherente al humano es, por ahora, totalmente fútil (sí es conveniente, no obstante, renegar de ello en la medida de lo posible).

Conociendo esto, es fácil ver cómo explotar a las personas, cómo hacer que bailen para el provecho propio. ¿Y cuál es otra característica de los humanos? La asociación libre y voluntaria conformando sociedades. Tanto por interés (el humano es un animal que, por lo general, precisa de las relaciones emocionales para desarrollarse plenamente) como por necesidad (si bien una cierta autosuficiencia es posible, su propio anhelo de felicidad, comodidad… le insta a agruparse para conseguir una mayor eficiencia).

Cualquiera es capaz de imaginar a qué lleva esto: surge la inseguridad. Una inseguridad basada, sencillamente, en la posibilidad de no encajar plenamente, de no ser considerado un miembro óptimo de la sociedad y, en consecuencia, obtener un trato inferior. ¿Cómo se soluciona? Generando comportamientos que puedan ser seguidos en grupo: un mero proceso de imitación.

¿Qué factor destaca en cualquier manada a la hora de demostrar la validez de uno de sus miembros? La posibilidad de tener descendencia capaz. Instinto reproductor. Como un animal más, el humano mantiene este instinto, aunque visiblemente modificado. Asociando determinados rasgos a una carga genética útil, por ejemplo.

O considerando un aspecto como el más apropiado. Esto es obvio: otrora fueron la palidez (indicador de una vida cómoda; nada de duras jornadas al sol), la gordura (indicativo de la abundancia en el comer y, en consecuencia, en el ámbito pecuniario), etc. ¿Cómo se puede aplicar a la actualidad? El boato sería una respuesta sencilla: es un dato que indica, claramente, la capacidad económica de un humano.

No queremos que se nos malinterprete: ni la moda surge recientemente ni este es (¡ni mucho menos!) el único factor a la hora de relacionarse.

Pero la moda se erige ahora como distintivo de aquellos que pretenden ser aptos. Las posibilidades económicas de las familias se han visto mejoradas, en tanto que la moda se ha ido desarrollando de cara a la gran masa.

En resumen, la moda se trata de un mecanismo para vender, que suple la falta de talento y creatividad de los empresarios mediocres, aprovechando las taras mentales de gran parte de la población.

 

 

‘Al fin y al cabo, ¿qué es la moda? Desde el punto de vista estético, una forma de fealdad tan intolerable que tenemos que cambiarla cada seis meses.’